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Lorena Colivoro V.

El bueno, el malo, el feo en el transporte público porteño.

Por: Lorena Colivoro V.

Nuestro transporte público y movilidad como ciudadanos se han caracterizado en este último tiempo por precario e inseguro, baja frecuencia de buses, mala conducción, etc., afectando nuestra calidad de vida, en especial la reducción de tiempo para otras actividades sociales, en las mujeres, en los niños, y en las familias más pobres y vulnerables, que no tienen otra opción que sea MICRO ó el ASCENSOR que funcione.

Como usuaria del servicio, me atrevo a señalar lo bueno, lo malo y feo de este esencial medio de movilidad, haciendo honor a una recordada película. El tema es que no se puede comprender por qué no estamos a la altura de una innovadora logística de transporte y una beneficiada movilidad para esta ciudad.

Lo malvado y perverso de esta película viene de tiempo atrás. El primer reclamo vecinal: Pucha no pasa la micro, hay pocas, hay malos horarios y ahora además inseguras. Lo vemos lamentablemente en los terribles accidentes que sufren los vecinos no sólo en el plan de la ciudad, sino también en los cerros y las repetidas fórmulas de los diagnósticos ya están agotadas, ejemplo de ello son la micros sin mantención, Choferes sin chequeo constante y alterados, mala condición de las calles, pasajeros ansiosos, en fin. Un estado de situación que es casi una radiografía de salud mental, sumado a usuarios de la prehistoria que continúan destrozando en cada viaje que tienen oportunidad.

Lo Feo a primera vista, nos preguntamos en los territorios: ¿Se considera el número de habitantes por cerro? ¿Existen indicadores de cuánta dotación se necesita por cerro? ¿Alguna Logística local considera transbordo plan/cerro? ¿Los horarios pick se consideran para aumentar la movilidad ? La tecnología aporta un gran avance pero esta utilizada para generar un rol que enfoque planificación del tiempo social? Si tenemos los horarios podemos mejorar nuestros traslados. Los paraderos podrían incentivar a ese fin y mucho más. Se ve como se copian sistemas de otros lugares sin ser necesariamente lo que esta ciudad necesita.

Lo Bueno entre todo ,los TROLLESBUS; se reconoce que el ingreso de buses eléctricos autónomos con horario, información, seguridad y limpieza ha generado un cambio de visión sobre la utilidad de las energías y se ha instalado en la dinámica de las zonas que pueden contar con ello: Barón, Rodelillo, O’Higgins, Placilla, otros. Bien por esas medidas que nos dan un estándar mejor de servicio. No sólo la máquina hace lo suyo, también el conductor que a nuestro parecer hace una gran diferencia, nos recuerda a quien nos atendía en los ingresos de los queridos ascensores. Se reconoce desde las redes de los porteños y turistas, a esos conductores que han destacado por su labor y solidaridad, por sus voluntades y empatía, incluso lo anecdótico de conducir en nuestros cerros, un clásico la Micro 0 y otros dignos de un Rally.

Los porteños en general, respecto de nuestros ascensores, tampoco comprendemos por qué el abandono de los espacios, malas gestiones, licitaciones fallidas, excusas por todo, a tal nivel que podemos empapelar una Avenida. Pero soluciones, pocas. Primero la ciudad se mejora para el habitante, para el uso constante de la comunidad que lo ve como parte de su rutina y paisaje, luego vemos que es una identidad que atrae a los turistas, complementando la integración hacia la rentabilidad social del barrio.

Nos hemos preguntado en los cerros ¿Porqué no hay más ascensores? Hay tecnología, hay espacios abandonados, hay capacidad para vincular polos de encadenamientos productivos, hay focos culturales, propios de los territorios, un sin fin de observaciones positivas, pero al parecer estamos escasos de Visionarios.

Los vecinos de Valparaíso necesitamos estar conectados con un gran plan de ciudad, que las calles estén a acorde a la locomoción, que las rutas estén relacionadas a las altas movilidades dentro y fuera de la ciudad, paraderos con información exacta de horarios bus e incluso con puedan tener luz y cargadores de equipo móviles, buses con mejoras continuas, conductores regulados con inducción a primeros auxilios y seguridad en sus propios centros, tramos cortos de acercamiento plan/cerro, integración a las personas de movilidad reducida y tercera edad. Se transporta y trasladan personas y mascotas, no piedras de canteras… trasladan la historia diaria de la ciudad, que hoy refleja una clara desigualdad urbana, entre aquellos que deben pagar más para hacer la vida más grata llegando luego a casa.

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